martes, 12 de junio de 2018

Un vistazo al primer año de Gobierno: aciertos, desaciertos y desafíos.


Ilustración: Revista Líderes (2017)


UN VISTAZO AL PRIMER AÑO DE GOBIERNO: ACIERTOS, DESACIERTOS Y DESAFÍOS


Por:
Econ. Rigoberto Carvallo
@rigocarvallo
El primer año de mandato del Presidente Lenín Moreno ha estado marcado por una profunda transformación del modelo político que gobernó el Ecuador durante los últimos 10 años; proceso que inició durante el final del primer semestre de gestión del 2017, donde se generaron los instrumentos necesarios para la planificación, inversión y de financiamiento para los próximos años.
El Plan Nacional de Desarrollo es la hoja de navegación de la gestión gubernamental y plantea objetivos y metas que deben ser logrados bajo un accionar interinstitucional; pues solo la acción colectiva y el ejercicio programático de acciones y proyectos desde una o varias instituciones del Estado, niveles de gobierno y demás actores de la sociedad civil, permitirá alcanzar las grandes metas nacionales.
Así, se propuso un modelo de desarrollo basado en la garantía de derechos con énfasis en políticas sociales para atender la deuda con la sociedad aún pendiente en temas de: salud, educación, vivienda, seguridad social, generación de empleo, protección y atención especial a grupos prioritarios, etc.
A lo largo de este primer año de Gobierno, las prioridades del Gobierno Nacional parecieron estar centradas en proyectos sociales, reducción de la pobreza, generación de empleo y productividad, salud, educación, vivienda, atención a los grupos prioritarios, erradicación de la violencia, atención a los sectores rurales, entre otros; así como en un trabajo más cercano al territorio, el cual pretende materializarse a través de una Estrategia Territorial Nacional.
La transición de Gobierno implicó un reajuste en la institucionalidad del Estado, la gobernanza, la priorización presupuestaria y las políticas públicas; lo cual empezó con el proceso de construcción del Plan Nacional de Desarrollo 2017 - 2021, máximo instrumento de política pública nacional y hoja de ruta de la administración pública para los próximos 4 años, mismo que no solo recogió la voluntad del soberano, sino que también se fortaleció mediante un proceso de planificación participativa con la ciudadanía a lo largo y ancho del país.

Partiendo de un breve análisis del cumplimiento del actual Plan Nacional de Desarrollo, el Gobierno Nacional ha logrado importantes hitos en su primer año de gestión (en gran parte explicado por la continuidad en la efectividad en la implementación de políticas públicas sociales); pues se logró que más de 120.000 personas salieran de la pobreza extrema por ingresos, más de 13 mil jóvenes salieron del desempleo; y se redujo en 1,44 puntos la brecha de ingresos entre el 10% más rico y el 10% más pobre.
Similarmente, en aspectos relacionados a Hábitat y Ambiente, se logró mantener el 16,44% del territorio nacional bajo protección y se creó el “Comité Interinstitucional Agua Segura y Saneamiento para Todos”, con el fin de precautelar la dotación y calidad del agua a 62 cantones. Además, se alcanzaron importantes logros en materia de infraestructura y recursos naturales no renovables tales como: aumento la cobertura de servicio eléctrico al 97,3% de la población, se impulsó el Plan de Electrificación del Sector Camaronero, se crearon 1.636 nuevas plazas de trabajo  en sector minero, renegociación de contratos petroleros; entre otros.
No obstante, el principal desafío para los próximos años recae en la necesidad de fortalecer la articulación interinstitucional para la planificación, implementación, seguimiento y evaluación de las políticas públicas, de tal manera que se concreten en programas, bienes y servicios a favor de la ciudadanía; sobretodo, entre los frentes productivo, económico y social

Concretamente, se deben aumentar los esfuerzos en todos los niveles de gobierno para alcanzar las grandes metas de reducción de pobreza multidimensional, erradicación del trabajo infantil e incremento del empleo adecuado; así como focalizar acciones específicas de política pública  para mejorar las condiciones de empleo de grupos vulnerables.
Corresponde también una prioridad empujar con fuerza la erradicación de la violencia contra niños, niñas y mujeres, precautelando su seguridad y la garantía de sus derechos.

En los ámbitos económico y productivo, es prioritario cautelar  la sostenibilidad y equilibrio fiscal a través de la eficiencia recaudatoria y  la optimización  del gasto público, impulsar el crecimiento y sostenibilidad económica del país a través de la mejora de la balanza comercial no petrolera, mediante la diversificación productiva, valor agregado y encadenamiento productivos. Además, estimular la inversión extranjera orientada a fortalecer la producción nacional y las alianzas público privadas, incorporando tecnologías altamente eficientes y limpias (I+D), resulta un aspecto que debe considerarse y potenciarse en los próximos años.

Finalmente, la lucha contra la corrupción y la creación de un Estado más cercano a sus ciudadanos, es una lucha constante que debe continuar con mayor intensidad en el segundo año de gestión. En ese sentido, la ciudadanía deber empoderarse mucho más de su rol demandante para el cumplimiento del Plan Nacional de Desarrollo y en su corresponsabilidad para demandar transparencia en la gestión pública.