miércoles, 16 de marzo de 2016

Reflexiones generales: Como las instituciones influyen en los individuos?

Sejong City, 17 de Marzo del 2016.

Como las instituciones influyen en los individuos?


Es importante comprender el papel que juega el institucionalismo en el área de política comparada como un método para explicar el paradigma de cómo el ser humano, como un ser racional, actúa y toma de sus decisiones influenciadas por las instituciones.

En primer lugar, definamos a  la “Política Comparada” como una parte de las ciencias políticas que estudia la política nacional en relación con la política de otros países, con el objetivo de comprender los diferentes fenómenos sociales o económicos que influyen en el comportamiento humano.

La “Política Comparada” pretende explicar por qué el mundo es como es, comparar los sistemas económicos, y evaluar la idoneidad de las ideologías con respecto a un contexto global (Kopstein, Jeffrey, Lichbach, Mark Irving, 2005).

Segundo, es importante hacer hincapié en el concepto de "institución". Según Gregory M. Hodson, profesor de investigación en la Universidad de Hertfordshire, las instituciones son estructuras sociales que restringen, moldean o permiten comportamiento (Hodson, 2006).

Peter Hall, reconocido economista político, define a las instituciones como "las reglas formales, procedimientos y  prácticas operacionales que estructuran la relación entre los individuos en diferentes unidades de la política y la economía" (Thelen y Steinmo, 1992); por lo tanto, bajo estas definiciones podemos argumentar que la religión, los gobiernos, los sindicatos, las comunidades, el mercado, los partidos políticos, familias, etc., son formas de instituciones.

De acuerdo con Hall, las instituciones dan forma a los objetivos perseguidos por las personas responsables de las políticas (públicas o corporativas) y también cómo las personas se ponen de acuerdo sobre las relaciones entre ellas. Por otra parte, la forma en que una institución se organiza, afectará el nivel de poder que los actores políticos o empresariales tienen dentro de la organización y, en función del nivel de ése poder, se pueden dirigir los resultados a su propio interés.

El Institucionalismo tiene dos escuelas de pensamiento: "Viejo Institucionalismo" y "Nuevo Institucionalismo". El primero es básicamente un proceso de acumulación de conocimiento, donde el institucionalismo se centra en el estudio de la conformación formal de diferentes estructuras administrativas, legales y políticas de un gobierno.

Durante los años 1950 y 1960, la revolución del comportamiento surgió en el escenario de la ciencia política, donde los conductistas (personas que estudian el comportamiento humano y animal a través de factores ambientales) no estaban de acuerdo con el viejo institucionalismo bajo el argumento de que, con el fin de entender la política, el análisis debe centrarse en distribuciones informales de poder y el comportamiento político; es decir sobre las actitudes, destrezas interpersonales y habilidades blandas.
Sin embargo, la revolución del comportamiento también generó dos críticas fuertes desde el punto de vista institucionalista: 1) los conductistas tienden a describir en lugar de explicar el comportamiento, por tanto esto redujo la atención una vez prestada al estudio básico de las instituciones, y 2) los conductistas analizan las características y actitudes de los individuos, pero no explican por qué difieren de un país a otro, y para ello es necesario poner atención en al marco institucional.
La necesidad de explicar las diferencias de los individuos a través de instituciones a lo largo de un país y otro, fue el gatillo que dio luz al nuevo institucionalismo.

Así, con el nacimiento del nuevo institucionalismo, vinieron dos sub-escuelas de pensamiento: 1) Institucionalismo de Elección Racional e 2) Institucionalismo Histórico.  Ambas escuelas del nuevo institucionalismo mantienen que las instituciones determinan el comportamiento de los actores políticos y por lo tanto los resultados perseguidos.

Para el Institucionalismo de Elección Racional, "las instituciones son importantes", y definen las estrategias que los actores políticos determinan para llegar a sus propios intereses, lo cual es una premisa fundamental adoptada también por el institucionalista histórico; sin embargo, estos últimos sostienen que las instituciones juegan un papel más importante en la política.

Es importante hacer un paréntesis y mencionar que desde la doctrina de la economía neoclásica, sabemos que los llamados “problemas de agencia” representan un concepto importante del institucionalismo de la elección racional, mismo que indica que dos personas: el principal y el agente, emprenden en una relación para que el “agente” actúe o tome decisiones en nombre del “principal”; no obstante, los problemas se dan cuando por falta de información completa, el agente toma un comportamiento oportunista para hacerse de su propio interés a costa del principal.

Dicho de otro modo, de acuerdo con la teoría de la elección racional, los individuos toman decisiones racionalmente de acuerdo a sus propias preferencias para maximizar su utilidad; por eso los seguidores de la escuela del institucionalismo racionalista tienden a moverse en esta dirección; mientras que los institucionalistas históricos ven a las personas como "seguidores de reglas", y su análisis sobre las estrategias, metas y preferencias perseguidas por agentes políticos, exige un análisis histórico de lo que están tratando de maximizar y la motivación detrás de aquello.

Pensemos en el famoso “dilema del prisionero”, en el cual la prisión (en este caso una institución) cambia sus reglas del juego, mismas que determinaran cambios en las opciones de conducta y decisión que tiene el prisionero (individuo o actor político), ya sea: comportarse mejor, cooperar con los agentes de seguridad, rebelarse, etc.

Por lo tanto, básicamente la diferencia principal entre estas dos escuelas del Nuevo Institucionalismo se basa en la pregunta sobre si las preferencias de los individuos motivadas por instituciones se forman por factores exógenos (elección racional) o factores endógenos (institucionalismo histórico), (Steinmo, Thelen y Longstreth, 1992).

Otra distinción clara entre las dos escuelas, se basa en el tipo de resultados que se buscan; por ejemplo, mientras que el institucionalista de elección racional se enfoca en un evento específico: i.e.; una elección presidencial, los institucionalistas históricos miran hacia atrás en la información histórica para encontrar una situación particular que ha evolucionado con el tiempo para explicar determinado evento  (Katznelson y Weingast).
Esta es la razón por la cual el institucionalismo histórico es una herramienta útil para entender la continuidad de la política en todos los países, teniendo en cuenta la información histórica a lo largo de períodos de tiempo.

Para concluir, bajo este paradigma, los individuos (cuya naturaleza humana sigue siendo racional) se pueden entender a través de las instituciones en las cuales se desenvuelven, pero hay tomar en cuenta el “problema de agencia”, que es un factor inherente en el mercado y en el gobierno, cuya estructura institucional está sujeta a modificaciones de acuerdo a los cambios en la sociedad misma e intereses individuales que emergen desde grupos de poder.


Rigoberto Carvallo

*Reflexiones sobre libro de Sven Steinmo, Kathleen Thelen, and Frank Longstreth (1992). Structuring politics, Historical Institutionalism in comparative analysis. Cambridge University Press.