Vía Puerto-Aeropuerto, Manta 2017.
Fuente: Autor
"MANTA
2030: hacia El milagro de la ciudad puerto"
Por: Rigoberto Carvallo
@rigocarvallo
Jocay (Casa de los Peces) es el nombre del
lugar donde habitó la cultura Manteña hace mas de 1000 años y que ha venido escribiendo
su propia historia como un pueblo que se ha diferenciado de los otros no solo
por sus bondades naturales, sino también por la calidez, amabilidad y
hospitalidad de sus habitantes, mismas que han hecho de la ciudad de Manta un
verdadero paraíso terrenal.
Su privilegiada ubicación y características geográficas, permitieron que
nuestra ciudad focalice su desarrollo en la actividad pesquera y portuaria a
partir del año 1949, producto de una fuerte inversión en la industria de
procesamiento de productos del mar; actividad de la cual depende directa e
indirectamente alrededor del 80% de la población de Manta (Delgado, 2015)[1], y
producto de la cual se han especializado otros sectores importantes para la
economía local tales como: alojamiento y servicio de comidas, agricultura y
pesca, comercio, construcción, manufactura, transporte y almacenamiento, mismas
que generan fuentes de trabajo para el 65% de la población y generan alrededor
de US$ 700 millones por año[2].
A pesar de su importancia económica para el país, es notoria la
desaceleración económica de la ciudad en los últimos 7 años, misma que se
acentuó con el fatídico terremoto del 16 de abril 2016, el cual costó a la
provincia no solo irreparables pérdidas humanas, sino también alrededor de la
diminución de US$ 450 millones en Valor Agregado y la pérdida de más de 20.000
puestos de trabajo[3].
Los problemas de Manta trascienden la coyuntura económica y política,
pues adolece de aspectos estructurales propios de la falta de visión de largo
plazo, correcta planificación local articulada a los grandes objetivos
nacionales y carencia de un verdadero liderazgo político que logre posicionar a
la ciudad como una tierra de oportunidades; y que únicamente puede alcanzar su
desarrollo en la medida que se priorice el progreso de su gente, el
potenciamiento de sus capacidades y talento humano, la satisfacción plena de
sus necesidades básicas y la garantía de sus derechos.
Es incomprensible por ejemplo, que Manta, con aproximadamente 2.5
establecimientos educativos por cada 1000 estudiantes[4],
tenga tasas de asistencia a educación básica, primaria y secundaria, menores al
promedio provincial y nacional; y a pesar de contar con su propia universidad,
su tasa de asistencia a educación superior sea apenas del 27%.
Es inaceptable que alrededor de 40 mil ciudadanos de nuestra ciudad aún
vivan bajo la línea de pobreza[5],
que exista un 30% de viviendas que no tienen abastecimiento de agua por red
pública en su interior, que el 18% de los barrios de Manta sean aún vulnerables
a inundaciones, que el 25% de las vías urbanas se encuentren en mal estado[6], y que además de todo lo anteriormente
mencionado, los problemas se acentúen significativamente en el sector rural.
Preocupa también, que a pesar de nuestras bondades geográficas y capacidades
logísticas, el tráfico marítimo internacional de ingreso de toneladas métricas
en carga, sea en promedio 6 veces mayor en Guayaquil que en el Puerto de Manta[7],
así como es preocupante que apenas el 12% del total de las colocaciones de la
banca privada se destinen al segmento del microcrédito[8]; y
así, un sinnúmero de indicadores sociales, productivos, económicos, culturales
y ambientales que deben atenderse desde la planificación local y la política
pública.
Si bien superar estos problemas depende en gran medida de las
condiciones macroeconómicas, es responsabilidad de los gobiernos locales
focalizar sus esfuerzos a alinearse a la planificación nacional y alcanzar
metas territoriales, para que a través de acciones específicas: i.e.: obras, campañas,
programas y proyectos, puedan solucionarse estos problemas en el mediano y
largo plazo.
El Código Orgánico de Planificación y Finanzas Públicas otorga la
competencia de la planificación a los Gobiernos Autónomos Descentralizados,
quienes elaboran sus propios Planes de Desarrollo y Ordenamiento Territorial
(PDOT) periódicamente. En el caso de Manta, su PDOT (al menos el que se ha
hecho público), si bien presenta un diagnóstico razonable de algunos
componentes importantes, no reúne las
condiciones para configurarse como un verdadero instrumento de planificación.
Modernas teorías de desarrollo económico indican que los países (por
ende sus pueblos), se desarrollan cuando poseen instituciones sólidas que permiten
organizar las relaciones entre los distintos actores de la sociedad (Acemoglu,
2016)[9]; siendo
estos quienes, mediante acción colectiva, pueden encausar acciones concretas en
beneficio de la comunidad.
Después de la tragedia del 2016, los manteños tenemos una oportunidad
histórica de unirnos y organizarnos para orientar a nuestro pueblo a un
verdadero desarrollo a través de iniciativas cívicas y una fuerte participación
ciudadana (desde sus más básicas formas), planificación de largo plazo (democrática,
articulada e inclusiva) y políticas públicas claras a favor del común de la
sociedad; pues éstos son aspectos claves para que Manta se proyecte como la
tercera ciudad más importante del Ecuador en los próximos 13 años; hacia el milagro de la ciudad puerto.
Cuando pensamos en Manta al año
2030, debemos pensar en el tipo de ciudad que queremos para nuestros hijos;
una ciudad inclusiva, segura, inteligente, autónoma, sustentable, planificada
y desarrollada, donde no solamente
hayamos superado los problemas estructurales mencionados anteriormente que hoy
afectan a nuestra ciudad, sino también haber superado barreras socioculturales
que retrasan nuestro desarrollo.
El primer paso de la consecución de este ambicioso sueño requiere de un “Plan
de Desarrollo Integral Cantonal de Largo Plazo”; es decir, un estudio
exhaustivo de absolutamente todas las necesidades sociales y económicas que
deben ser atendidas por cualquier administración pública hoy y en los años por
venir, bajo un enfoque social donde se atiendan a las grandes mayorías,
promoviendo la inversión pública y privada.
La propuesta de realizar un Plan de Desarrollo Integral Cantonal de
Largo Plazo, debe venir desde la ciudadanía, como un proceso cívico participativo,
incluyente y democrático donde todos los actores de la sociedad (gremios, empresarios,
artesanos, comerciantes, jóvenes, profesionales, jubilados, trabajadores, etc.)
puedan participar de manera desinteresada en la construcción del milagro de la
ciudad puerto.
Este Plan debe observar al menos los siguientes ejes fundamentales: 1)
promoción del turismo y la cultura, 2) fomento a la producción y la industria,
3) desarrollo de los servicios públicos y privados y 4) fortalecimiento del
desarrollo humano y del tejido social, en los cuales por supuesto se deben
incluir temáticas específicas con sus respectivos objetivos y programas; todo
esto con políticas transversales focalizadas en la reconstrucción, saneamiento
de las finanzas públicas, generación de empleo y reducción de la pobreza. Este
tipo de planificación permite inclusive identificar con mucha más claridad las necesidades
de financiamiento, la sostenibilidad de la obra pública y transparentar las
finanzas públicas.
Los ciudadanos debemos depositar nuestra confianza en líderes políticos
que además de tener esta visión, tengan la habilidad necesaria para articular
las necesidades de la ciudad con las acciones en los distintos niveles de
gobierno, la sociedad civil y el sector privado; con el fin de armonizar una
planificación común y sistemática.
Manta es una ciudad joven, pues el 43% de sus habitantes tiene entre 18 y 45 años; por lo que, es en ésta generación donde recae
la responsabilidad histórica de, no solo cohesionar visiones, anhelos,
esperanzas, sino también de materializarlas y trabajar juntos, sin
individualismos, por el renacimiento de nuestra amada ciudad, aquella que te
recibe siempre encantadora y a la cual siempre quieres regresar.
[1] Delgado, C. (2015). “Desarrollo
del puerto de Manta”, Manta – Ecuador.
[2] Instituto Nacional de
Estadísticas y Censos (CPV, 2010), Banco Central del Ecuador (Cuentas
Regionales BCE, 2010)
[3] SENPLADES, Evaluación de los
Costos de Reconstrucción Sismo en Ecuador, Abril 2016.
[4]
Archivo Maestro de Estadísticas Educativas, Ministerio de Educación 2015-2016
[5]
Registro Interconectado de Programas Sociales, Ministerio de Inclusión
Económica y Social, 2014.
[7]
Ministerio de Transporte y Obras Públicas periodo 1999-2010
[8]
Superintendencia de Bancos y Seguros, 2013.
[9] Acemoglu, D. (2016). “Why Nations Fail”.