Sejong City, 25 de Noviembre de 2015
El Sistema Bretton Woods, creado en 1944, estableció un tipo de cambio fijo para el dólar estadounidense vinculado al patrón oro, mientras que otras monedas fueron capaces de devaluar o revaluar sus valores con respecto al dólar de Estados Unidos con el fin de corregir desequilibrios macroeconómicos.
Sin embargo, durante los primeros años de la década de 1970, varios problemas en la balanza de pagos, la elevada inflación y una cantidad enorme de endeudamiento externo, hizo que el Presidente de turno de los Estados Unidos, Richard Nixon, se reuniese con los líderes de los 10 países más industrializados en aquel entonces (Grupo de los Diez) en diciembre de 1971 en el Instituto Smithsoniano en Washington, para adoptar un sistema de cambio flotante que fluctuara dentro de un 2,25% por encima y por debajo de las bandas flotantes.
Recordemos que, con el fin de controlar el nivel de precios, Nixon decidió "congelar" los precios y salarios temporalmente al principio de la década de los 70´s; sin embargo, en enero de 1973 se revirtió su decisión. Los especuladores de moneda temían por la inflación rápida en los Estados Unidos cuya consecuencia, hizo que la gente vendiera sus dólares y comprara otras monedas fuertes de otros paises, lo que terminó con una devaluación del dólar que rondeó el 10% en febrero mismo año.Como resultado de ello, en marzo de 1973, la mayor parte del comercio del mundo se empezó a llevar a cabo bajo un sistema de tipo de cambio flotante.
Un fuerte aumento de los precios del petróleo, acompañado con un aumento en el precio de las materias primas agrícolas condujo a una reducción de la demanda agregada total en los países importadores de esos productos, lo que finalmente se tradujo en la peor crisis económica desde la década de 1930. Sin embargo, a pesar de ello, el comportamiento inicial de un sistema de cambio flotante se mantuvo estable hasta 1977. probablemente debido a que Estados Unidos mantuvo un superávit en cuenta corriente durante este período.
En el comienzo de 1977, justo en el primer año de gobierno del presidente Carter, el dólar estadounidense se depreció frente a las principales monedas, no obstante, esta no era una opción para él a fin de mantener el crecimiento mundial y el equilibrio en la balanza de pagos; pues en cambio, el método propuesto era lo que llamaron "la teoría de la locomotora", lo que implica que las economías más fuertes del mundo deberían adoptar políticas monetarias expansivas.
En el comienzo de 1977, justo en el primer año de gobierno del presidente Carter, el dólar estadounidense se depreció frente a las principales monedas, no obstante, esta no era una opción para él a fin de mantener el crecimiento mundial y el equilibrio en la balanza de pagos; pues en cambio, el método propuesto era lo que llamaron "la teoría de la locomotora", lo que implica que las economías más fuertes del mundo deberían adoptar políticas monetarias expansivas.
Como Japón y Alemania decidieron mantener las políticas monetarias y fiscales prudentes, mantuvieron también su cuenta corriente en superávit y sus monedas fuertes frente al dólar estadounidense, que resultó en una depreciación del dólar estadounidense.
Por supuesto, Japón quería evitar que su moneda a subir demasiado y se sospechó que incurrieron en "flotación sucia" mediante la compra de dólares y la venta de yenes con el fin de proteger a las exportaciones japonesas.
Esta acción hizo que el Secretario del Tesoro, Michael Blumenthal, para anunciar que las tasas de cambio de los ajustes deben "jugar su papel apropiado" en traer equilibrio.
Por supuesto, Japón quería evitar que su moneda a subir demasiado y se sospechó que incurrieron en "flotación sucia" mediante la compra de dólares y la venta de yenes con el fin de proteger a las exportaciones japonesas.
Esta acción hizo que el Secretario del Tesoro, Michael Blumenthal, para anunciar que las tasas de cambio de los ajustes deben "jugar su papel apropiado" en traer equilibrio.
Este anuncio, junto con otros acerca de que el gobierno de Estados Unidos no intervendría para fijar el valor del dólar a menos que tengan para corregir el desequilibrio de mercado, fueron tomadas por los especuladores de divisas como una señal para el comercio con la moneda, provocando una disminución de su valor, que al final hizo poco para mejorar la balanza de pagos en los EE.UU.
Esta baja respuesta de la devaluación del dólar sobre el equilibrio de la balanza de pagos se explica por lo que se llama el "efecto de la curva J"; que en este caso indica que no hay una mejora en la cuenta corriente en el corto plazo, porque los compromisos adquiridos por exportaciones e importaciones son difíciles de cambiar inmediatamente y también porque dependiendo de la elasticidad de la demanda de productos, puede causar la variación del precio aumento rápido (o lento) en ventas en países con monedas fuertes.
El superávit en la cuenta corriente de Japón, influyó para que el valor del dólar caiga frente al yen aún más en 1978, por lo que este (acompañado de los temores sobre una nueva recesión económica debido al aumento progresivo de las tasas de interés), hizo básicamente que el dólar estadounidense colapse y que haya un desplome en el mercado de valores en 1980.
Esta fue quizas la "guerra de divisas" mas notoria en los últimos 70 años y aquella que puede darnos una luz de lo que pasó en el mercado mundial con respecto a la devaluación del Yuan y la caída de los principales mercados bursátiles en el mundo.
Finalmente recordemos que el tipo de cambio es básicamente el precio de una moneda en términos de otra y que en el mercado internacional de dinero con el sistema de tipo de cambio flotante, hay 4 situaciones que interactúan entre sí en el que la oferta y la demanda son generadas debido a 4 básicas situaciones:
1. Por las transacciones internacionales de bienes,
2. Por la prestación internacional de servicios,
3. El comercio internacional de los activos financieros, y;
4. Las inversiones internacionales.
Rigoberto Carvallo
rigobertocarvallo@gmail.com
*Reflexiones sobre libro: Macroeconomic Decision Making in the World Economy de Michael G. Rukstad, Tercera Edición.